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Ya sabemos que tomar agua antes y después de hacer ejercicio mejora nuestro rendimiento deportivo. Pero, ¿y si se bebe durante? la respuesta es sencilla: tu cuerpo se hidrata, que es justo lo que necesita.
Además, un estudio de la Asociación Española de Ciencias del Deporte, centrado en el protocolo de hidratación que se debe llevar a cabo al realizar una actividad físico-deportiva, afirma que beber durante el ejercicio es fundamental para la salud, y para prevenir la deshidratación.
Así que es importante beber agua tanto antes y durante el ejercicio como después del mismo, para que tu rutina deportiva sea óptima y saludable.
RIESGOS DE NO TOMAR AGUA DURANTE EL DEPORTE
Tenemos normalizado tomar agua antes y después de hacer deporte, pero no sucede igual con su ingesta durante el mismo. Incluso hay quienes piensan que podría provocarles flato o causarles molestias en el estómago, pero son solo mitos.
En cambio, el riesgo de deshidratación sí es un problema real.
Y es que, en el mejor de los casos, esto podría afectarnos solo con un menor rendimiento físico durante el ejercicio que estemos realizando. Pero en el peor de los casos, podría provocarnos mareos, nauseas o incluso desmayos, por no mencionar el mayor riesgo de convulsiones e incluso lesiones.
Esto puede parecer una situación extrema, pero la deshidratación es mucho más fácil de lo que piensas. Para que te hagas una idea, un deportista de élite puede perder de 1 a 2,5 kg de sudor por hora de entrenamiento y, por tanto, se está deshidratando de forma muy considerable. Así que es mejor no arriesgarse y beber agua regularmente, a ser posible cada 15-20 minutos, y que el agua esté siempre a temperatura ambiente, no fría.
CUÁNTA AGUA DEBERÍAMOS TOMAR CUANDO ENTRENAMOS
No solo es importante beber agua durante el momento de estar entrenando, sino que, es recomendable estar bien hidratado durante todo el día. De hecho, los expertos recomiendan tomar de 1,5 a 2 litros de agua al día para mantener nuestro cuerpo correctamente hidratado.
Entonces, cuando haces deporte, es todavía aún más importante aumentar la reserva de líquido del organismo, ya que aumentas también su demanda. Es aconsejable que antes de hacer deporte bebas unos 300 ml y que, durante el ejercicio, ingieras una media de 200 ml cada 15 minutos, aproximadamente. En cuanto acabes el entrenamiento también deberás aumentar la reserva de líquidos y, para ello, tendrás que tomar unos 300 ml que te ayudarán a reponer lo que habrás perdido.
Con estos simples consejos, podrás asegurarte de que su cuerpo esté siempre en plena forma para hacer ejercicio. Estar saludable y sano depende de ti y de tus hábitos de vida.
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